martes, 6 de octubre de 2015

Quiéreme si te atreves

Quiéreme si te atreves, coge mi mano y vayámonos, quiero verte sonreír por cada gilipollez que digo todos los días de mi vida, quiero que me abraces, que me quites la mirada cuando sé que te ruborizas, que te sigas haciendo el loco cada vez que te cuento alguna mentira, que me sigas volviendo loca.

Quiero que me revuelvas entera, que permanezcas en mi pecho izquierdo hasta mi último segundo, porque cómo le explico ahora que ya no hace falta quererte, que ya no estás, quiero saber que sé mucho más de ti que incluso lo que tú te conoces, que no me entiendas y aún así me des la razón, que compartas mis locuras, que me dispares sonrisas, que me saques una a una las balas que tengo clavadas en el pecho de todas las veces que me hicieron daño, que me muestres como tu mayor tesoro, que no te hace falta regalarme flores para saber que cada vez que llegas llevas contigo la primavera, porque me hagas rabiar hasta pedirte tregua, por no perder la magia, las ganas, la fuerza, esa sonrisa tonta que se me escapa al verte.

Háblame de tus miedos, de tus inseguridades, de cómo pierdes las formas, de cómo derribas a esos gigantes que viven contigo, cuéntame todo de ti antes de volverme loca con tus sonrisas, antes de que aumenten estas ganas locas de acariciarte el pelo, agarrarte el cuello y de perderme.

Me desnudo aquí y ahora, que sé que esto no te gusta, que no es de tu rollo, o eso dices. Que me da igual, que quiero infinitos viajes de ida, porque el amor es eso, arriesgarte sin saber a dónde vas. Que quiero ser tu debilidad, que mis besos te calmen en cada ataque de ira, cada batalla perdida. Que me cuentes tus movidas, entenderte y hacernos pedazos.

Me he enamorado de alguien impredecible, improbable, prácticamente imposible. Pero aquí me tienes, sin tirar la toalla, como un capitán al mando de su tripulación, pero tu oleaje viene demasiado fuerte. Quiéreme, agárrame de lo poco que queda después de tanto incendio, quiero que entiendas que ahí fuera no hay nada ni nadie que me asuste, que lo único que me da miedo es de que te marches.

Mi único objetivo es que me busques después de cada polvo con una de esas chicas que conoces de noche para romperte a abrazos, enamórate y quiere a quien venga pero no, te olvides de mi.

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