lunes, 7 de enero de 2013

Todo tiene un precio.

Sientes la presión en tu pecho, las críticas son continuas y diarias, se pierde el respeto, aunque has de saber que no se puede perder lo que no se tiene.
Vivo la vida que me toca, hermoso amanecer, bellas sonrisas  y unos ojos que inspiran historias nunca contadas, mi latido sigue al compás de la música y tus manos al compás de la marea. 
No vamos a prolongar lo que tiene fecha de caducidad, porque recuerda que todo tiene un precio.



La vida es demasiado corta como para echar de menos

Vamos a dejar todo lo malo atrás, el tiempo nos ayuda, cambio de año, recuerda: corazón caliente y sangre fría.
Ayer escribía de amor, hoy escribo de la vida. Aceptaré el fracaso, pero solo para ser mejor que tú. El éxito como viene se va, y como ya dije ayer, se que lo tuyo es cuento, y pronto será historia.
Apuesta por quienes valen la pena, por quienes nunca te han dejado sola, ni en tus peores momentos, porque esos son los de verdad, los que no fingen, los que te quieren a pesar de todo.
Solo mira mis ojos, y sabrás la verdad, soy transparente, ¿quieres mi corazón?, toma y no me lo rompas. Estamos aquí para saltarnos las normas, vive, porque cuando seas viejo es lo que recordarás. Así somos, tocaremos el cielo algún día  conseguiremos un infinito, construiremos castillos de arena, ¿en serio?, no vaciles, vive día a día, si me caigo me levanto, me canso como una tonta en el intento. Vamos, que te guste lo que haces, que te guste lo que vives, que te guste lo que ames.

Es lo que hay.

Nos jode la codicia y nos delata la ignorancia.

Tras los años te das cuenta de lo que hace daño.

Me siento fuerte para escribir todas estas líneas, valiente para decir todo lo que siento, me engañaré lo que haga falta, pero parece imposible decir basta. Piensas que no hay nada más, que te has caído y que no te volverás a levantar, no todo acaba ahí,  pero siempre es más difícil pensar la solución, el que nada tiene es el que más quiere.

Todas las mentiras de cajón.

¿Quién dice dónde está el límite? ¿Quién pone las normas?. Todo es más sencillo si te dejas llevar, no sabemos ni lo que somos, ni dónde estamos, ni dónde vamos.
Todo está a la venta, la conciencia, el respeto y el honor. De pequeños todo nos parece grande, no quieras retroceder, eramos pocos y cobardes. Nada es lo que parece.