martes, 11 de septiembre de 2012

Sin etiquetas.

Puede que las casualidades no existan, que todo esté planeado, que todo esté en manos del destino; una mirada, una caricia o un beso robado en un aparcamiento.
Puede que todos tengamos programado nuestro destino, pero no entiendo que tiene de intrigante eso, creo que la clave está en cambiarlo todo, nuevas experiencias, nuevas emociones, arriesgarlo absolutamente todo sin miedo a perder, porque pensándolo bien, tampoco tenemos tanto que perder.
No quiero ser igual que el resto, no quiero hacer "lo que tengo que hacer", quiero que me cojas de la mano y me lleves lejos, a donde nadie pueda encontrarnos, quiero que me beses cuando menos me lo espere, que me hagas enfadar y acabemos en la cama, que me digas que todo va a salir bien, que siempre estaremos juntos, que me quieres, que te quiero,.

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